El comienzo [priv. multi.: Yukari, Lance y Lisbeth]

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Ryan Brand
view post Posted on 28/2/2012, 14:28




Desde altas horas de la madrugada, había escuchado un gran escandolo y revuelo en la calle pero, siendo quién era, procediendo de la familia de la cual procedía y teniendo en cuenta la ubicación de su vivienda...no le extrañaba que se produciesen ese tipo de escándalos cada X tiempo. Ya estaba practicamente acostumbrado.
O eso pensó. El asunto subió de magnitud cuando el ruido comenzó a aumentar ya cuando hacía un par de horas que el sol había salido totalmente. Algo molesto por ver alteradas sus horas de sueño y, porque no decirlo, curioso ante lo que causaba tanto revuelo, se viste con lo primero que pilla pero procurando estar presentable (no podía andar de cualquier manera) y por precaución, toma a su querida Catherine, su pistola, y la coloca entre su cadera y el borde de sus pantalones, sin preocuparse porque quede a la vista.
Con tranquilidad y bostezando, va hacia la puerta corredera de su habitación, al ser esta una casa de estilo tradicional japonés, y la abre...observando con confusión inicial y después sorpresa, el panorama que se presenta frente a el.
-¿Pero qué...cojones...?-dice más bien para si mismo.
Todo era caos...caos y, por extraño que sonaba en sus circunstancias, muerte. Una cosa eran la reyertas que había de vez en cuando, y otra esta. ¡¿Eso era un hombre sin brazos?! ¡Y se movía como si no notase siquiera el dolor!
Un gruñido seco y gutural desvia su atención hacia su izquierda, donde un tío con sangre escurriendo de sus labios y algunas heridas bastantes serias por todo su cuerpo, se acercaba hacia el, con los brazos extendidos.
-¡Ni lo sueñes!-clama, sacando la pistola y disparandole en el pecho...y viendo con sorpresa como continua moviendose.-¡¿Pero que coño pasa aquí?!-vuelve a disparar, esta vez en el corazon. Igual, ni se inmutaba y... ¡debería estar muerto! En un ultimo intento, apunto a la cabeza, ante lo cual finalmente cae al suelo, totalmente inerte.
Vale, lo primero era tranquilizarse y razonar...a ver, pensemos...estos tíos son raros, y dudo que venga drogados...porque la droga hasta donde sé, no da inmortalidad por un disparo en el corazón, ¿no?
Pensemos, pensemos...Humph, lo primero era buscar a alguien vivo...Yukari...esa tenía que estar por allí arreando ostias de seguro.
Corriendo, se dirige hasta donde queda la habitación de su hermana.

[User: como veis, hice una introducción inicial de como se da cuenta del lío y tal, vosotros podéis hacer lo mismo. También podéis empezar donde queráis igual que Ryan, que está en su casa, y luego los vamos reuniendo.
Los post se harán por el orden en el que respondáis, y hasta que no responda a quién le toque, los demás no podrán hacerlo xD
P.D.: para yukari: no, no me han hackeado la cuenta, SOY YO! xDDDD]
 
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Yukari Dangoku
view post Posted on 28/2/2012, 17:26




Que alguien dejara de armar jaleo, la madre que la parió.... Çtan difícil era dormir a las...10, 11 de la mañana?

Yukari se incorporó en su cama perezosamente. Aún llevaba puesta la ropa de su juerga de ayer. Su camorrista gabardina negra y su ropa uniformada a juego. Tan su plan. Era verdad que sus padres decían que era demasiado extravagante para la familia, pero...

Ella era Yukari Dangoku, MAJESTAD para sus amigos.

Se desesperezó sin hacer caso a los ruidos del pasillo. Total, cuando se despertaba de mal humor peleaba mejor, y nadie sobreviviría si tenía la idea de molestar su sueño. Se masajeó los hombros y cogió su katana. Dicen que son espadas frágiles, pero si algún día Yukari tenía hijos, muchos sabrían que su katana viviría mejor que el retoño. La niña de sus ojos, su katana bonita.

"Que chistes más crueles hago sobre mí misma" pensó, abriendo la puerta corredera de su cuarto..

al tiempo que un cuerpo caliente y ensangrentado caía a sus pies.

No era la primera vez que veía uno. De hecho, lo primero que pensó, fue "Qué patética forma de morir", mientras de una patada con sus botas (también parte de su improvisado pijama de anoche) le daba la vuelta al cadáver.

Espera. Eso ya NO era normal.

-Qué co-masculló. No, un mordisco en el sangrante cuello no era una muerte patética.

Volvió a patear el cuerpo, y de improviso, el cuerpo empezó a agitarse y extendió los brazos, agarrando los tobillos de la chica. Yukari no dudó en reaccionar. Su espada quedó desenvainada en un segundo y la hoja se clavó en un golpe seco en el cráneo del...¿hombre?

-No, no creo que seas un yakuza, verdad?-preguntó en un tono sarcástico y ácido.

Un gutural gemido le llamó la atención. Por el pasillo, otro cuerpo de un hombre, ensangrentado, se movía torpemente, con los brazos extendidos...con los ojos en blanco, y la boca ensangrentada. En el pecho había varios disparos de bala.

"Corre, Yukari. Corre como solo tú sabes hacer".

No corrió. Ese...ser, que le obstaculizaba el paso, no era de agrado. Blandió la katana hasta que rajó la garganta del hombre, que....¡¿tan solo se tambaleó!? Eso no eran drogas ni de coña!!
No quiso intentar nada nuevo. Volvió a clavar la katana en la cuenca ocular de este, y una vez apartada, cayó al suelo con un alarido gutural.

"Mierda".

Bonita forma de empezar el día.

Comenzó a recorrer ágil y sigilosamente los pasillos de la casa, sin detenerse a comprobar ninguna otra habitacuón. En algún lugar, Ryan debería estar partiendo leña.

Oyó unos sonoros disparos.

-Bien hecho, mocoso-sonrió de lado, encaminándose a donde procedían los disparos.

"Ahora ten cuidado que no vayan ellos también..."
 
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Lisbeth Salander
view post Posted on 29/2/2012, 23:02




Otro aburrido día de trabajo, “Lis, por favor, fotocópiame este carro de papeles entero”, “Niña, a este café le falta azúcar”, “Lisbeth, tráeme un paquete que han dejado en portería”… y sin ningún caso que investigar a escondidas. Por fin son las 2 de la tarde, hora de salir del edificio de Milton Security no pisarlo hasta el día siguiente. Salander (Lisbeth) recoge su mochila y baja al garaje donde le espera su Kawasaki D-tracker; la pone en marcha, gira un par de veces la manilla del gas y sale escopeteada para su casa.

En un semáforo en rojo un grupo de escolares de entre unos 8 y 12 años cruzan el paso de peatones con aire cansado, ninguno parece que tuviera ganas de hablar, una chica se va quedando a tras; camina más lenta que el resto.

La luz verde del semáforo comienza a parpadear para ponerse otra vez en rojo para los peatones y la joven cae en mitad de la carretera, convulsionando y con la mirada sin ojos. De repente deja de moverse. Una mujer que la ve se acerca a socorrerla. No le palpitaba el corazón y la mujer en apuros, intenta parar el tráfico que ya tiene el permiso del semáforo mientras, a la vez, procura coger el teléfono de su bolso y llamar a emergencias.

Los escolares miran hacia atrás, y salen corriendo hasta donde había ocurrido el accidente. Entre todos atacan a la pobre mujer y comienzan a devorarla. Los demás transeúntes, incluidas Lisbeth observaban atónitos el suceso. Cuando se acaba la carne comienzan a abrir las puertas de los vehículos. Lisbeth entonces, en un alarde de su instinto de supervivencia, y no sin dificultades para esquivar a aquellos niños tan adorables, sale escopeteada de allí.

-There's nought so queer as folk- murmura para sí.

Lisbeth ya sabía algo sobre lo que estaba pasando, se pasaba la horas libres en frente de la pantalla de su portátil entrando en una gran cantidad de bases de datos de instituciones, e incluso de los propios gobiernos de varios países.

Además, investigando sobre un caso de maltrato machista, descubrió que la mujer que llevaba encerrada en su casa durante varias semanas, había devorado en vida a su propio marido. Pero por lo pronto, lo único que sabía es que era algo parecido a un virus y que era muy probable que se contagiara de cuerpo a cuerpo.

Una vez que Lisbeth se encuentra sana y salva y en su casa, al resguardado del movimiento canivalista, ni se le pasa por la cabeza llamar a la policía. Ella no confía en esas personas.

Prefiere mirar su cuenta de ahorros y buscar desde su portátil cómo salir de esa maldita ciudad y qué rumbo tomar.

Ahora Salander no se fía de nadie.

*Nota: la expresión anglosajona que usa Salander viene a decir "nada es tan extraño como la gente".
(Perdón si algo no hice bien, es la primera vez que me meto en un rol de estos xD)
 
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2 replies since 28/2/2012, 14:28   36 views
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